Entrevista con Clice de Toledo
Profesora del área de Programación Visual de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo Abril 2005 – Octubre 2005
Clice de Toledo Sanjar Mazzilli es profesora del Departamento de Proyecto de la Facultad de
Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo. Estudió arquitectura y urbanismo, realizó la maestría y el doctorado en estructuras ambientales urbanas y en su evolución profesional y académica ha incursionado en diversas esferas del diseño como la identidad cromática del paisaje urbano, el lenguaje del color, la comunicación visual, las artes plásticas, el diseño de producto, la identidad corporativa y ambiental, la señalización, los espacios infantiles, los escenarios y lenguajes lúdicos, la arquitectura y la expresión plástico-espacial.
Desarrollando un trabajo que vincula lo teórico con lo práctico, lo académico con lo profesional, en un amplio espectro de problemáticas del diseño de diversa índole, Clice encarna subrayadamente el perfil del diseñador y académico que se forma en una universidad pública de Brasil como es la Universidad de São Paulo. En ella la confluencia entre prácticas y disciplinas existe desde el inicio y se mantiene de forma permanente, dadas las estructuras organizativas y pedagógicas que se han generado ahí históricamente. Clice es asimismo autora de diversos artículos, ha participado en muy variados proyectos profesionales y actualmente colabora también en el área de Programación Visual, que es una de las diferentes vertientes en las que se da la formación universitaria dentro de los programas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP,facultad que está por iniciar próximamente un programa específico de diseño gráfico basándose en el mismo tipo de perfil. Clice es asimismo profesora
en las áreas de artes plásticas y comunicación artística de la Universidad Estatal de São Paulo, otra de las universidades públicas de aquella ciudad.
Nuestro interés por el trabajo de la Facultad de Arquitectura y urbanismo (FAU), y en especial de la labor de usted, reside en conocer cómo los profesores de la universidad pública en un país que tiene muchas condiciones paralelas al nuestro están enfrentando la enseñanza del diseño. De ello nace nuestra primera pregunta: ¿cómo evalúa la situación de esta disciplina en su país? ¿qué retos tiene la enseñanza del diseño para ustedes?
Desde la década de 1950 hay en Brasil programas dedicados a la formación en diseño, coincidiendo en ello con el pensamiento y las políticas orientadas a la industrialización del país.
La primera iniciativa en ese sentido no fue propiamente la de construir una escuela de diseño, sino un Instituto de Arte Contemporáneo, que estaba vinculado al Museo de Arte de São Paulo (MASP) y cuyo énfasis se centraba en la enseñanza de los lenguajes visuales, habiendo tomado como modelo la Escuela de Chicago que fue formada por los integrantes de la Bauhaus después de que ésta fuera cerrrada. Fue el inicio de las bienales de arte y en este periodo recibimos muchas influencias de los artistas contemporáneos europeos. En los años sesenta surgieron en São Paulo las líneas de programación visual y diseño industrial en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo (USP), así como la Escuela Superior de Diseño Industrial (ESDI) en Río de Janeiro, esta última moldeada en los principios de la Escuela de Ulm, con una formación técnica y artística. A partir de la década de los setenta surgieron innumerables programas en escuelas privadas dentro de las áreas de Comunicación Visual y Diseño Industrial, prioritariamente volcados al mercado de trabajo y buscando atender a una demanda creciente.
Como es posible observar, la enseñanza del diseño en Brasil está desde su origen
fuertemente ligada a valores externos, manteniéndose así hasta la actualidad, dada la
coyuntura de la globalización. Lo que se percibe hoy en las escuelas es la constitución
de un cuerpo docente diversificado, heterogéneo, capaz de dar cuenta de la intensidad
y velocidad de los avances de la técnica y de la sociedad. Hay todavía una fuerte influencia
de los modelos pedagógicos importados, muchas veces inadecuados a la realidad brasileña.
Las escuelas públicas deben tener como función aproximar estos polos por medio de
la investigación: por un lado, requieren asimilar los avances científicos y tecnológicos venidos de todas partes del mundo; y, por otro, necesitan investigar el impacto de su aplicación en el país, planteando su adecuación a los valores socioculturales locales.
He notado al leer su currícula que usted comenzó su formación en el área del urbanismo y
la arquitectura, y hoy se encuentra trabajando dentro del proyecto de “Programación
Visual”. Esa transición nos llama poderosamente la atención, ya que en nuestras escuelas lo
que por lo general ha sucedido es la imposibilidad de contacto entre estas áreas, a pesar de
que compartan problemas comunes. ¿Podría comentarnos cómo ha sucedido esta transición
y qué parámetros académicos han surgido de ello?
En realidad no se trata de una transición, sino más bien de un desarrollo de mi formación
en la FAUUSP, pues los programas comprenden varias áreas de conocimiento en
arquitectura y urbanismo que incluyen al diseño industrial y a la programación visual.
En mi trayectoria me dediqué con mayor interés en las actividades de programación
visual, procurando en particular desarrollar la capacidad de utilización del lenguaje del
diseño, no sólo como medio técnico de representación, sino como posibilidad expresiva
de interpretación dentro del espacio y el paisaje urbano.
Al mismo tiempo, el deseo constante de comprender y experimentar el carácter interdisciplinario de la arquitectura y el urbanismo me llevó, en el inicio de la profesión, a
vivenciar actividades dentro de las varias áreas que confluyen en la formación de un
arquitecto, en busca de una elección consciente. Trabajé, todavía como aprendiz, en una
institución social que desarrollaba proyectos de conjuntos habitacionales; también trabajé
en el despacho del arquitecto Miguel Juliano con un proyecto de edificaciones. Ya formada
focalicé mi interés en el área de comunicación visual, desarrollando pequeños proyectos e
iniciando el posdoctorado en la FAU. Paralelamente, me asocié con otras dos arquitectas, lo
que me hizo posible actuar conjuntamente en las áreas de arquitectura y diseño.
La intención es, desde entonces, desarrollar proyectos integrados, procurando explorar el ambiente, cuidar las cuestiones funcionales del espacio así como las de la identidad visual, abarcando las varias escalas de abordaje que esos proyectos requieren: el mobiliario, la arquitectura y su inserción en el ambiente urbano. Naturalmente no es posible dominar todas estas áreas, de modo que el trabajo siempre es abordado en equipo, incluyendo a los ejecutores del proyecto.
En Brasil, al mismo tiempo, veo que esa masificación internacionalista de valores“estándar” está volcada hacia el consumo, hacia la producción industrial; y percibo, en contraposición, la afirmación creciente de un diseño brasileño, un diseño personalizado por nuestra cultura.
Para mí la vida académica y profesional siempre han caminado juntas, con periodos de mayor dedicación a una u otra actividad. Algunos intereses fueron entonces delineándose:
el paisaje urbano, el diseño, el color… Mantengo la práctica del diseño en constante relación con las actividades de investigación y ésta nutre la rutina del trabajo arquitectónico: en el diseño en cuanto gesto y expresión, en el modo de registro de una idea, en las formas de representación, en el papel, en los medios digitales, en el abordaje del espacio. Y especialmente en la relación con los alumnos, cuando aparecen nuevas cuestiones. Actualmente soy profesora del Instituto de Artes de la Universidad Estatal de São Paulo (UNESP) y de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la USP, que son dos instituciones públicas.
Los países latinoamericanos afrontamos más que nunca el desdibujamiento de nuestra cultura y nuestros intereses a partir de la globalización, que se manifiesta, entre otras cosas, a través del diseño. Eso nos hace tener que pensar en la relación entre diseño y cultura, o diseño y sociedad.
¿Qué perspectiva tiene usted de este fenómeno?
Las transformaciones tecnológicas de los últimos años han estado modificando el modo de producción del diseño. La era digital, la comunicación en red, favoreció el proceso de globalización y la invasión de la cultura local con valores extraños, especialmente en los países en desarrollo, algo que ha colocado en riesgo su memoria y su identidad.
En Brasil, al mismo tiempo, veo que esa masificación internacionalista de valores
“estándar” está volcada hacia el consumo, hacia la producción industrial; y percibo, en
contraposición, la afirmación creciente de un diseño brasileño, un diseño personalizado
por nuestra cultura. Esta afirmación parece contradictoria, mas es de este embate que nace
la posibilidad de nuevos rumbos para el diseño local. Son tantas las dificultades y las limitaciones, que lo que hacemos es convertirlas en los desafíos para la creatividad. Hoy se
habla mucho de responsabilidad social y ambiental en el diseño, en el reciclaje por ejemplo.
Muchos profesionales, motivados por la pobreza y habiendo asimilado la diversidad,
traen de vuelta ese concepto para sus productos, con la reutilización inusitada de materiales
como papel, plástico y materiales reciclados en general. Estos trabajos se hacen en
conjunto con ONG (organizaciones no gubernamentales), explorando la producción de
los artesanos en la apropiación de los materiales locales. El riesgo está en la apropiación
que ha venido realizándose de nuestros productos artesanales, los cuales han sido transformados por la cultura internacional en productos exóticos de consumo, a partir de la
exploración de la producción de las pequeñas localidades brasileñas.
Sabemos que la FAU no cuenta aún con una licenciatura en diseño gráfico, sin embargo el
área de especialización en programación visual ha desarrollado una amplia experiencia que
les permitirá abrir el programa para el 2006. ¿Puede contarnos cómo ha evolucionado esta
idea, quiénes la han hecho y qué carácter tendrá?
El concepto de diseño, en la FAU, se aproxima al proyecto del que hemos venido hablando.
Se integran los términos de diseño y proyecto en el sentido más amplio de designio, deseo
o plan,1 abarcando los contenidos técnicos y artísticos. El proyecto es abordado tanto
desde el punto de vista del objeto, del edificio, como desde las nociones más englobantes
de ciudad o de ambiente. Este concepto, idea o plan debe ser visto siempre dentro de un
contexto, en el cual la historia (donde están implícitos los contenidos de sociedad y cultura)
así como la técnica, son componentes esenciales. Con base en este tripié –historia, proyecto
y tecnología– son construidos los fundamentos de la enseñanza. El conocimiento teórico
abarca así estudios en el área de sociologia, de urbanismo, en la historia de la arquitectura y
de la estética, la historia del arte; en el área técnica: la tecnología de la construcción, el confort ambiental. El área de proyecto integra a su vez cinco grandes grupos de disciplinas:
proyeto de edificaciones, planeación urbana, programación visual, diseño industrial, así
como paisaje y ambiente.
La comunicación visual en la ciudad tiene un
papel fundamental: actúa situando y orientando
al individuo en el espacio urbano
En la actualidad el área de diseño tiene bien reconocidas sus particularidades, que
exigen conocimientos técnicos y una formación específica, siendo necesaria la ampliación
de este sector en la Universidad de São Paulo. El nuevo programa que se abrirá
en 2006 está todavía en proceso de formación y revisión curricular. En principio, está
enfocado en las habilitaciones de diseño industrial y proyecto visual, partiendo de un
trabajo conjunto con las unidades donde se imparten los programas de arquitectura y
1 En el original, en portugués, la autora hace una distinción entre dos términos: desenho por un lado, y design por otro. Estas palabras tienen en Brasil, al igual que sucede con˜ otros idiomas, como el francés y el italiano, un matiz de diferencia ciertamente interesante que no dejaremos de subrayar. Aclarando, la profesora señala: “no encontramos todavía, en portugués, una buena traducción de la palabra design. La palabra desenho es entre nosotros más utilizada en el sentido de trazar, bocetar, representar, con sus modalidades específicas de desenho técnico. artístico, etcétera, con excepción del desenho industrial que es entendido como más próximo al sentido de design. Design tiene en cambio el sentido
de proyecto: involucra al pensamiento que da forma a los objetos (bi o tridimensionales) a partir de criterios estéticos y de funcionalidad. Me parece que tal distinción no existe entre ustedes y que design puede ser traducido por diseño.
El diseño gráfico, identificado con los medios impresos, está incorporado al área de
proyecto visual. Para desarrollar la formación dentro de este campo están previstas las disciplinas enfocadas al proyecto de identidad, al desarrollo de los medios impresos, a los
medios electrónicos y al aspecto ambiental. Pretendemos tener un programa bien estructurado, con conocimientos teóricos de sociología, historia, teorías de la comunicación y de la cultura de masas, incluyendo nociones de producción, mercado y marketing. Se da una gran atención a la tecnología y a las cuestiones ambientales que están ligadas a los patrones de consumo, de ecología y de contaminación ambiental.
Quisiera que nos comentara cómo es la enseñanza de un estudiante en la USP dentro del áreade diseño, ¿cómo construyen los fundamentos de un proyecto? (qué elementos teóricos, metodológicos, técnicos, consideran relevantes?) y cuál es la respuesta de los alumnos a los planteamientosde la escuela. ¿Se consiguen los obetivos propuestos? ¿Podría darnos un ejemplo?
Puedo hablar un poco de mi experiencia en la materia llamada “Fundamentos del proyecto”, que se imparte en el primer semestre del programa de la FAU, donde, año tras año, discutimos la esencia de estos fundamentos y lo que pretendemos enseñar al alumno. Quince profesores participan en esta materia cada vez que se imparte, asignada cinco días por semana para 150 alumnos. La materia tiene como objetivo introducir al alumno en el proceso de elaboración del proyecto de arquitectura y urbanismo, considerando la amplitud que ofrece el departamento de proyecto en sus cinco áreas de conocimiento principales: proyecto de edificaciones, planeación, paisajismo, diseño industrial y programación visual.
La materia está estructurada en ejercicios (alrededor de cinco) que, gradualmente,
van introduciendo los problemas de espacio y de la ciudad así como sus relaciones con
el hombre y la sociedad. Los elementos teóricos, técnicos y metodológicos se revisan de
forma integrada. Iniciamos con ejercicios de expresión y representación gráfica, haciendo
diseños a partir de la observación de las personas, de la ciudad, y explorando las relaciones
espaciales, de percepción ambiental o de escala y procurando mostrar en toda su extensión
lo implicado en la palabra “diseño”, pasando así del gesto al proyecto. En la siguiente
secuencia se desarrollan individualmente ejercicios de lenguaje realizados en modelos tridimensionales, que son convertidos en un pequeño proyecto que contiene ya problemas
efectivos de arquitectura y de sus relaciones con el hombre (estructura, confort ambiental,
ergonomía, funcionalidad, estética e inclusión en el espacio urbano); y por último los
alumnos realizan un trabajo en equipo donde, literalmente, se hace una disección de la
ciudad en todas sus direcciones, analizando los elementos topográficos, históricos, de formación urbana, donde se discuten temas como la especulación inmobiliaria, el uso de suelo, el capital, la sociedad, etcétera. Considero que, en esta materia, los objetivos son restringidos, debiéndose profundizar estos conocimientos iniciales en el desarrollo posterior del programa. En el área de Programación Visual actuamos de forma similar, desarrollando,
en los primeros semestres, ejercicios de lenguaje visual (bi o tridimensional), y pasamos
paulatinamente a problemas más complejos, como el diseño de sistemas de comunicación
urbana, lo que involucra a la señalización o la gráfica urbana siempre aplicados a una realidad local. En las materias optativas, por otra parte, hay la posiblidad de trabajar con
aspectos especializados, como el diseño gráfico, donde se desarrollan proyectos de
identidad corporativa, editoriales o ambientales.
¿Cómo ha impactado el desarrollo tecnológico la práctica del diseño para ustedes? ¿qué papel desempeña, en cambio, la lectura y la discusión dentro de la formación universitaria?
En los últimos veinte años, con la tecnología electrónica y digital, tuvo lugar una transformación drástica en los procesos de pensamiento y realización del diseño. Esta es una consecuencia de la sociedad industrial, siempre necesitada de nuevos productos, nuevas
imágenes. La dificultad está en asimilar todos estos procesos sin perder de vista la calidad.
El acceso fácil a los medios digitales transforma a los técnicos en especialistas sin la
preparación adecuada en los lenguajes, en los contenidos teóricos y en la facultad de
transmitir efectivamente el conocimiento. Muchos vicios pueden ser así adquiridos,
enmascarados por el conocimiento de la técnica, por la habilidad de manejar la compu-
tadora, pero dejando al proyecto en la superficialidad. En este sentido considero fundamental la lectura y la discusión en la formación universitaria, para que el diseñador joven pueda actuar de forma consciente, creando objetos o mensajes para la sociedad y contribuyendo a la producción de conocimiento. La historia del arte, los estudios de la cultura de nuestro país, de la sociedad de consumo, así como el participar en actividades, en la vida cultural (cine, teatro, música), son elementos de base, inclusive para propiciar nuevos descubrimientos tecnológicos y avances propositivos en el lenguaje proyectual.
¿Qué papel considera que debe desempeñar el diseño de la comunicación visual en la ciudad? ¿cómo se procura un acercamiento con la gente?
La comunicación visual en la ciudad tiene un papel fundamental: actúa situando y orientando al individuo en el espacio urbano. Yo la entiendo en su sentido más amplio, es decir en las manifestaciones de lenguaje visual espacial (llenos, vacíos, ritmos, movimiento, forma, color, etcétera) dados por los elementos construidos del paisaje; en el aspecto funcional de los sistemas integrados de señalización, del mobiliario, de la identidad, considerando la unidad que existe entre estos elementos; en los aspectos perceptivos y cognitivos de lo ambiental (las sensaciones de visión serían: estrechamiento, abertura, sorpresa, puntos focales, referencias, límites, cruzamientos, etcétera). Y está todavía el espacio publicitario, por lo general un gran perturbador de la legibilidad urbana y causante indiscutible de la “contaminación visual”. El conjunto integrado de esos elementos debe estar en armonía dinámica y ser capaz de soportar el cambio constante que se da en el espacio urbano. Las soluciones encontradas deben estar en sintonía con los valores culturales locales, permitiendo a las personas su expresión e identificación con un lugar urbano.
En Brasil existe una asociación de diseñadores gráficos, ¿contribuye este organismo al trabajo que ustedes realizan? ¿existen contactos mutuos?
La ADG contribuye en el sentido en que posibilita la realización de exposiciones, concursos, muestras y bienales de diseño gráfico, divulgando la producción brasileña y promoviendo discusiones críticas por medio de su revista. Propicia, así, una comunicación entre profesionales, proveedores, empresarios y público en general, divulgando la profesión en el mercado e impulsando el desarrollo del diseño.
Usted ha trabajado especialmente en el área del diseño ambiental, dentro de la cual se ha planteado la importancia del color en relación con el espacio. ¿Puede comentarnos cómo desarrolla este trabajo?
Este trabajo tuvo inicio con la investigación que realicé dentro de mi maestría, y que se
titulaba “Identidad cromática del paisaje urbano: los colores de Bras”. Estaba interesada en
investigar qué participación tiene el color en la formación del paisaje urbano, en la identidad del lugar. Cada individuo construye una imagen de la ciudad, una representación
vinculada a su vivencia y a su cultura. Si tomamos a São Paulo como ejemplo, vemos que
esta ciudad nos depara un paisaje en constante transformación, sin criterios para las intervenciones urbanas. Nótanse, sin embargo, algunas áreas que son identificadas por una
imagen propia, que tienen un color propio. Es lo que nos hace distinguir, en términos de
una imagen mental, un barrio de otro, un área residencial de una comercial. Son elementos
dominantes de cada ambiente los que identifican, los que orientan al usuario a ubicarse
mental o físicamente en el espacio. A medida que se camina por las calles o las plazas, aproximándose o alejándose de los objetos urbanos, surgen nuevas referencias del ambiente, se sienten visualmente las texturas de los materiales, haciendo que se establezcan sensaciones espaciales de estrechamiento o expansión. Adopté entonces un barrio de São Paulo llamado Bras, como lugar de estudio, un barrio de origen italiano que se encuentra en constante transformación y que está en la región central de la ciudad. Busqué la fundamentación teórica necesaria para trabajar con la percepción ambiental y utilicé métodos de la psicología social, aplicando cuestionarios verbales y visuales a los habitantes. El objetivo fue obtener los indicadores, las significaciones y las simbologías contenidas en la imagen cromática y, con base en esos indicadores, definí los criterios que orientaran el uso del color en los proyectos de intervención urbana, preservando o renovando la imagen del paisaje local. Pude también observar gracias a la investigación que la identidad de otras ciudades depende de la geografía local, de las condiciones climáticas, de los materiales usados; o de condicionantes históricas, teniendo como premisa la reconstitución de los colores tradicionales de la arquitectura.
Durante el desarrollo de esta investigación obtuve una beca de estudios en Italia e
hice entonces una estancia con arquitectos especialistas en proyectos cromáticos. En esa
época ellos estaban trabajando en una investigación que estudiaba los colores de nueve ciudades italianas, haciendo pruebas con pigmentos naturales, tintas y productos industrializados.
La investigación tenía como objetivo llegar a una restitución interpretativa de los
cromatismos dentro del centro histórico de Roma, que era la ciudad que estaba siendo
estudiada en ese momento. Tal experiencia fue una contribución importante para la sistematización de mi propia investigación en la ciudad de São Paulo.
También ha desarrollado investigación sobre el diseño lúdico. Nos parecería interesante
conocer también cómo ha planteado esta temática.
La investigación sobre el lenguaje lúdico surgió de la interacción entre las actividades de
investigación con las didácticas y de la necesidad de reflexión sobre un aspecto de mi práctica profesional, dirigida entonces al desarrollo de proyectos de espacios infantiles (escuelas, parques, espacios de fiesta). Conforme a lo que mencioné respecto a la maestría, en mi disertación final había tratado el tema de la percepción de los colores en el ambiente urbano. Con la idea de continuar con los estudios en el área del color, deseaba redireccionar la mirada sobre las cuestiones de sintaxis cromática en el espacio de la arquitectura. La arquitectura pensada por medio del color era ya una constante en mi práctica profesional y estaba especialmente enfocada hacia los espacios infantiles, abarcando la arquitectura, el mobiliario, los juegos y la comunicación visual. Percibí que el color constituía un importante elemento de integración y de identidad visual, además del aspecto lúdico que es inherente al “colorido vibrante”, a los juegos espaciales de color. La creación de esos espacios surgió a partir de vivencias propias (la memoria de mi infancia, la observación de mis propios hijos jugando) y de la discusión en grupo con diferentes equipos de trabajo, incluyendo arquitectos, residentes, clientes, profesionales que ejecutaban los proyectos, así como carpinteros y herreros. Percibí entonces la importancia del tema del área infantil y de la necesidad de comprenderlo a través de aplicaciones de la arquitectura, especialmente dentro del eje que liga al entretenimiento con la educación. Consideré así fundamental profundizar en los conocimientos sobre la infancia y en el lenguaje propio de los espacios de juego, y por otro lado, desarrollar un proyecto integrado, que armonizara todos los elementos a partir de un lenguaje lúdico, dado por la ordenación de los elementos visuales (forma, color, textura, etcétera) y por una cierta temática. La propuesta es investigar cuál es el lenguaje adecuado al ambiente infantil buscando elementos de su propio repertorio cotidiano, sin perder de vista la especificidad de cada proyecto.
Gracias, profesora Clice, ¿desea agregar algo más?
No, sólo quiero señalar que es un placer mantener este intercambio de conocimientos
entre nuestras universidades
Entrevista y traducción de Alejandro Tapia