El uso estético del monstruo en la publicidad, en forma de personajes y mascotas presentes desde logotipos hasta botargas, es cada vez más común. Este texto propone abordar al monstruo como
parte del diseño gráfico, justificarlo contextual y estéticamente dentro de la posmodernidad, y
relacionarlo con la necesidad psicológica de creer en mitos. Se retoma la clasificación de Gilbert
Lascault, se contrasta con la expresión publicitaria y de diseño, y se le integra una categoría extra.
Finalmente se propone un esquema que facilita la creación de monstruos publicitarios.
Héctor Rivero Borrell Miranda es diseñador industrial egresado de la Universidad Iberoamericana y tiene una maestría en museos. Lleva diez años al frente del Museo Franz Mayer. Ha dedicado su vida al tema de las exposiciones; empezó desarrollando exposiciones de tipo comercial e industrial como trabajador independiente y con el tiempo tuvo la oportunidad de entrar en el mundo de la cultura.
El diseño necesita reflexionar seriamente sobre su peculiar modo de ser una propuesta estética, dando los primeros pasos hacia la construcción de lo que podría ser una estética del diseño. Este artículo se propone revisar los aspectos del debate actual sobre el diseño que afectan directamente a la cuestión estética.
*Verisón escrita de la plática dada en el 1) Congreso del Colegio de Diseñadores Industriales y Grafico, marzo de 1993 Autora: Marcela Castro El ser humano se distingue por su capacidad de producir esquemas de significación que le permiten establecer …